lunes, 22 de julio de 2013

la "obesidad"


Aunque es un tema que ha estado presente, en los últimos tiempos ha sido recurrente en cuestión salud, pero hay un punto que no tiene tanta popularidad: la discriminación...


En días pasados, una compañera me platicaba de una reunión de ex-alumnos a la que había asistido y con asombro señaló que había un señor con un sobrepeso terrible "incluso, fue una situación difícil, porque todos evitábamos mirarlo... nos desconcertaba su estado", no pude evitar sentirme incómoda y e indignada por la reacción de los asistentes y mucho más por el comentario, porque "era una persona obesa".

Independientemente del nivel de "obesidad" de las personas, nadie sufre sobrepeso por gusto, los desórdenes alimenticios se generan por diversas causas, basados en problemas físicos o psicológicos, aunque vociferemos por todos lados "es un gordito feliz".

La Organización Mundial de la Salud describe a la obesidad y sobrepeso como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, también señala que son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo (cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad, además de los padecimientos que conllevan: diabetes, cardiopatías isquémicas y así como algunos cánceres atribuibles a este asunto), me pregunto cuántos de los "gorditos felices" están gustosos de contraer alguna dolencia simplemente por placer.

Ahora bien, dicen que mal de muchos, consuelo de tontos, resulta que somos el país con más obesidad en el mundo, de acuerdo con un estudio que realizó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), casi una tercera parte de los adultos mexicanos son obesos y no por esta razón deberíamos acostumbrabros, pero sí tener un poco de conciencia social al referirnos a las personas partiendo del calificativo "gordito (a)".

Para ser candidato a un empleo, los perfiles en muchos lugares son publicados y al presentarse la persona, si tiene un volumen corporal de peso, ya no es necesario siquiera tener una entrevista con ellos, no importa la capacidad o aptitudes.

En las tiendas (que por aguna razón en México están basadas en tallas "grandes" de otros países),  los vendedores no hacen el esfuerzo de acercarse a los gorditos, porque no tiene caso, seguramente no comprará nada.

Este tema debería preocupar a los padres que tienen la oportunidad de generar la costumbre de una alimentación balanceada, así como hábitos que mantengan en movimiento a todos los chicos y así, asegurarles una vida de calidad, principalmente por salud y de paso, la sociedad no lo vea diferente.

Así, partimos de una enfermedad a la que esta sociedad ha convertido en un acto de discriminación y ahora, un rito normal.

jueves, 10 de enero de 2013

Otra vez comenzamos

Apenas ha pasado una semana y tres días de este 2013 y ya tengo mi objetivo: este será mi año personal!

Hace un mes terminó el que fue mi año profesional... Gracias, querido 2012, fuiste el primer paso para una vida más feliz.


miércoles, 9 de enero de 2013

receta

El principal condimento para una buena mentira es tener una excelente memoria, acompañado de un buen relato y para concluir, tener la cara dura: una imagen perfecta, pensando que el otro no se dará cuenta nunca. ... todo se echa a perder cuando la persona en cuestión cree que nadie tendrá la curiosidad para paladear cada ingrediente...

miércoles, 26 de enero de 2011

mexicana que no come salsa

Resulta que a todos les parece muy extraño escuchar que una mexicana no come salsa... o algo con picante.... sí, esa soy yo, sin duda, comienzan las preguntas:

¿tampoco en las palomitas?.... no
¿en los tacos?... no
¿en el arroz?... no
¿en el elote?... no
¿con el pozole?... no
¿con la ting.... perdón: con el pollo, jitomate y cebolla?... no

y así la lista de todos los platillos que me pierdo por no ponerle un poquito de chile a las cosas, pero la razón es muy simple: mi abuela nos hacía de comer diariamente y tenía cuidado de no hacernos "sufrir" y lo hacía todo sin picante, pero lo que resultó es que nunca me acostumbré al arte del chile en la comida y ahora en verdad prefiero disfrutar un buen platillo sin tortura... sí, para mí es una tortura que mi lengua toque unos segundos una salsa que "casi no pica".

finalmente, lo único cercano al toque especial de una "salsa" que me gusta es el guacamole y claro que le espulgo los pedacitos de chile que encuentro... creo que al final sólo queda el aguacate... pero hoy fui a cenar con una excelente compañía y decidí pedir unos "tacos de requesón acompañados de guacamole de la casa".... aquí la foto de lo que no pude espulgarle nada... los dos trocitos de aguacate estuvieron ricos.

Sabores y gustos extraños

A partir de la propuesta del tema de hoy recibí la frase: “chelas y tacos de suaperro”, un tema difícil de explorar porque mi paso por la vida culinaria comenzó con un rico y sencillo “hazfacil” (zúcaras –o el cereal de su elección- con leche), poco a poco me he visto en la penosa necesidad de perfeccionar mi “talento” y soy celestialmente capaz de hacer una buena entrada, guisado y postre sin necesidad de correr al recetario…. Eso sí, no se hacen milagros.

Bien, un punto a la vez: los famosísimos tacos de suaperro. Este guiso específico nunca ha sido mi favorito, mi mamá solía llamarles “tacos de carnita” para que me los comiera sin repelar parados en un puesto de lámina junto a la pastelería Maren en la colonia narvarte (Lili y yo en pijama para evitar el trámite al regreso), pero por alguna razón, la mayoría de mexicanos hemos probado un taco de suadero y mejor aún, todo extranjero que visita el país se ha deleitado con el grasoso pero sabroso platillo y se ha enamorado.

Por otro lado, yo no sé por qué la gente se empeña en decir que es carne de perro o de caballo (de ahí su malintencionado sobrenombre), en teoría es falda de res, eso es lo que me han dicho y es lo que quiero creer, y si fuera perro… no han dejado de estar en los primeros lugares dentro del ranking de tacos. Por lo pronto, yo no quiero saber.

La riquísima Chela, esta “bebida alcohólica hecha con granos germinados de cebada u otros cereales fermentados en agua, y aromatizada con lúpulo, boj, casia, etc.” (RAE) ha cautivado al mundo, sin embargo, es un gusto aprendido a fuerza, todos y cada uno de nosotros la probó por vez primera y nos pareció detestable (al igual que la mayoría de las bebidas alcohólicas), nunca le encontramos el gusto y pensamos que jamás volveríamos a probarla, por el principio de: “qué necesidad de andar embruteciéndose con algo que sabe tan mal”; pero no, toooodos regresamos y caímos redonditos, primero con el pretexto de la sed o el calor hacíamos caras de desagrado pero claro, todos la toman y dicen que refresca, después aprovechamos cualquier excusa y lo que al principio nos pareció infame ahora es el deleite de muchos y entre más sabor tenga a cebada (o más alemán tenga el nombre)… ¡mejor!

Lo más curioso de este topic es que fue propuesto por el italianísimo Stefano Santoni, con la expresión que detallé al incio… ¡lo que hace que sea más mexicano que el mole!

La pregunta “incómoda”

Tengo una palabra que describe lo que siento cada vez que me cuestionan un tema en específico:

encabronar.
1. tr. Enojar, enfadar. U. t. c. prnl.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Resulta que cuando uno llega a la edad que todos creen “casadera”, comienza el bombardeo. Gente, la pregunta no es incómoda ni molesta, es encabronadamente fastidiosa, además, después del matrimonio, la pregunta obligada es ¿para cuándo los hijos?, si uno les da gusto y continúa con la vida según quiénsabequién y tiene un primogénito, la siguiente es ¿y el hermanito? Como si los demás pagaran la vida conyugal, educaran y mantuvieran a los hijos.

Siempre he pensado que seguir clichés es lo más aburrido, uno no puede ir por la vida revisando la lista de lo que “se debe hacer” antes de morir, además ¿Qué hay de la creatividad y lo que cada quién quiere para sí?

Por otro lado, si yo quisiera hacerlo, no tendría por qué darle explicaciones a nadie tampoco, en resumen: ¿Qué chingaos les importa?

Bomberazos

Busqué en el diccionario de la Real Academia Española y en Wikipedia… no encontré el significado literal de la palabra, pero resulta que se utiliza hoy en día más que cualquier otra dentro de la institución en la que se labora.

¿Por qué bomberazo y no urgencia en general? ¿Sólo los bomberos tienen urgencias? Odio la palabra. De antemano, todos corremos y ponemos cara de susto cuando se utiliza (que ya es diario), lo peor es que ahora todo lo que se dice es “tengo un bomberacito”, sea o no urgente, la realidad es que todo se pide “para ayer” y nos acostumbramos a trabajar al día, sobre lo que “sale” durante la jornada de trabajo.

Para mi, una urgencia o bomberazo es algo que ni está planeado ni hay forma de retomarlo de alguna información previa y hay que realizarlo en el momento, con la prisa que ya no me asusta nunca.

Por otro lado, está la creatividad de la gente que lo solicita, encima que es “de último momento”, todavía le hace observaciones, cambios y detalles que retrasan todo, no son del todo radicales, mucho menos hacen la diferencia, eso no quiere decir que no se puede mejorar o presentar todavía más cuco, o mucho menos que por hacer las cosas rápido sea de menor calidad, pero dejemos a los profesionales que trabajen sobre su especialidad.

Mi querido cliente José María decía: “te voy a llevar con mi compadre Pedro, a ver si lo presionas como a mi o también le haces observaciones a su trabajo”, cuando preguntabas a qué se dedicaba el citado pariente, respondía: “es médico cirujano, ya te quiero ver de creativo comentando ¿por qué no me opera la vesícula en lugar de las amígdalas?”